Tu relación, ¿es amor u obsesión?
Si en tu relación la dependencia emocional es mayor que la libertad, frénalo a tiempo para no perder el cariño entre tú y él
Luis persigue a Martha continuamente, se presenta de forma imprevista en los lugares que ella frecuenta, siente ataques de celos ante cualquier persona que se acerca a “su” amada y no respeta su espacio personal ni su intimidad.
Incluso, ha llegado a controlar sus llamadas telefónicas, mensajes y correos electrónicos, como un auténtico espía y afirma que no puede estar sólo o ir a ningún lugar sin ella.
El enamoramiento, es una etapa de la relación en la que resulta normal estar pendiente de las muestras de cariño de tu pareja y en la que deseas ver a tu chico a todas horas, pero otra cosa es una relación obsesiva en la que la necesidad y dependencia puede convertirse en un calvario para ambos.
De acuerdo a los expertos, la obsesión ocurre cuando la relación le genera a uno de sus integrantes un continuo o profundo malestar, altera su vida cotidiana o le hace perder la capacidad de controlar sus impulsos y mantener comportamientos racionales.
El amante obsesionado no deja vivir al otro en paz y lo convierte en el centro de su existencia, relegando todo lo demás a segundo plano.
Su dependencia emocional es tan fuerte, que puede compararse a la adicción a las drogas y una separación de unas horas o un día, puede experimentarla como un síndrome de tristeza o enojo.
En la obsesión, la droga es el amor irracional, una especie de sentimiento mal entendido y enfermizo que termina por ser asfixiante.
Salva tu relación a tiempo
Si te das cuenta de que tu comportamiento, presenta algunas de las características mencionadas y quieres salvar la relación, antes de que tu pareja termine por huir de tu lado, sigue estos consejos para transformar una relación obsesiva en una saludable:
Cultiva tu amor propio. La desconfianza, la inseguridad y la baja autoestima, son los principales responsables de los celos enfermizos y de la dependencia emocional, que provocan pánico ante la posibilidad que la otra persona no nos quiera o nos abandone. Esto nos ocasiona estar en constante alerta ante cualquier suceso real o imaginario que pueda confirmar nuestros temores.
Si quieres eliminar ese sentimiento de desconfianza, haz una lista de todos tus aspectos positivos, por los cuales una persona podría enamorarse de ti.
Elimina la dependencia. Si tienes alguna carencia efectiva, debes trabajar para superarla al margen de tu pareja, en lugar de lastimarla emocionalmente para llenar tu vacío de cariño. Analiza si en tus relaciones anteriores has actuado de la misma manera.
Si compruebas que tus ex parejas te recriminaban tu celos excesivos y afán de posesión, probablemente el problema se encuentre en ti y no en los demás.
Respeta tu propio espacio. Si basas tu vida en las decisiones, necesidades y preferencias de tu pareja, terminarás por perder tu identidad y no serás feliz ni podrás hacer feliz a nadie. En lugar de asfixiar a tu pareja o ponerle mala cara cuando sale con sus amigos o compañeros de trabajo, apóyalo sin reservas.
Vive el presente. Seguramente estás perdiendo buenos momentos ahora, pensando en las amenazas de abandono que planean como sombras sobre el futuro. La mayoría de tus temores nunca se llegarán a cumplir. Si dejas de disfrutar con tu pareja en el presente, el tedio y el desgano le quitarán esencia a tu relación.
Fuente : http://www.derf.com.ar